Azulejos {Hija pt.3}

Un Hospital está lleno de contradicciones. Por fuera la mayoría refleja la lugobridad de los años 70, década en la que la mayoría fueron edificados como son hoy en día; por dentro, son tan blancos, limpios y relucientes, que cualquier detalle, como manchas de suero, líquidos corporales de la clase que se te venga a la mente o desgastes propios de cada edificación descuidada, son altamente visibles desde una lejanía no inferior a los 4 metros. 
Avanzó por un pasillo que cumplía a cabalidad con los requisitos para ser un digno pasillo de hospital. Iluminado con tubos fluorescentes que parpadean como si te dijeran algo en código morse. Al final no dicen nada más que malas noticias, mal que mal, hay mas gente enferma que bebés naciendo.

El pasillo se volvía interminable. Pero el tour debía culminar de un momento a otro. 
Lo hizo en una puerta azul, sin perilla por lo demás. Un empujón reemplazaba a la interacción habitual para abrirla. 
Por fin una puerta luego de tanto azulejo y luces emulando ser estrellas titilantes. 

- Antes de ingresar, debo contarle el por qué esta usted aquí. Es necesario que reconozca el cuerpo que se encuentra en esta habitación.

- ¿ Qué cuerpo ?¿¿ qué me está queriendo decir ?? 

Sintió un apretón bajo su cuello, muy cerca de donde termina la garganta. Tragar era dificultoso. 
Creo que a esa sensación se le llama angustia, y llega cuando no quieres sentir nada, pero sientes todo. 

- Siento mucho que se haya enterado de esta forma, pero era necesario decírselo en persona. Habría sido de pésimo gusto mencionarlo por teléfono. Además, se recomienda estar acompañado cuando uno se entera de la muerte de un ser querido, sobre todo si es sumamente cercano. 

- No adorne tanto esto, y dígame de una vez ! ¿qué fue lo que pasó? ¿quién es la persona que debo reconocer? 

- Valentina, la persona que ha fallecido hoy, al parecer es tu padre. Necesitamos que pudiera confirmarlo.

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